Fue un prolífico escritor del romanticismo británico, especializado en novelas históricas, género que creó tal y como lo conocemos hoy. Además fue poeta y editor. Fue conocido en toda Europa en su época, y, en cierto sentido, Scott (1771-1832) fue el primer autor que tuvo una verdadera carrera internacional en su tiempo, con muchos lectores contemporáneos en Europa, Australia y Norteamérica. Escribió The Lady of the Lake, Waverley y The Heart of Midlothian.