El futbolista Andrés Iniesta en el remate que dio a España el Campeonato del Mundo de Sudáfrica en 2010. © Lars Baron/Getty Images
Ahora que está de moda el fútbol (de calidad, y en eso la selección española tiene la culpa) conviene echar una mirada a la literatura que ha generado. Alguna novela, preferentemente europea, es acertada, pero escasa ante tanta fiebre futbolera. Hay también poemas y en lo cinematográfico un documental acá y alguna que otra película con sabor por allá. Y es que al deporte del balompié no le falta épica, tal vez la única épica que nos queda cuando la tauromaquia ha sido arrinconada por los nuevos tiempos de crisis.
Por eso no es extraño que el periodismo deportivo haya generado crónicas, artículos y entrevistas de estimable calidad. La épica del deporte de alta competición, que existe más allá de la fiebre del fútbol, es la épica del periodismo en sí. A veces puede parecer huero, pero un gran partido —del siglo, me dirán— tiene todos los alicientes de una gran historia: los futbolistas, los dirigentes corruptos, la inestimable parcialidad de los árbitros con los clubes más poderosos.
Uno de los periodistas que impregna de literatura su trabajo es Santiago Segurola (Baracaldo, Vizcaya, 1957), desde sus páginas, primero en el diario El País y posteriormente en Marca. Siempre fue más allá de la narración plana del periodismo informativo, de ahí que sus escritos pervivan en el tiempo o, mejor dicho, se hace necesario rescatar los textos del olvido por su fuerza literaria. Cuando leemos algunas de sus crónicas tenemos la sensación de que olvidamos la fecha en la que fue escrita, y en algunos casos son de veinte años atrás.
Esta antología, que se titula con razón Héroes de nuestro tiempo, recoge 25 años de dedicación al periodismo deportivo que coinciden además con la edad de oro del deporte español y con las carreras de algunos de los más grandes deportistas de la historia, y que no son sólo futbolistas, Usain Bolt, Michel Phelps, Michael Johnson, Leo Messi, Michael Jordan, Andrés Iniesta, Xavi Hernández o Zinédine Zidane.
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