Hasta un total de veinticinco casualidades o coincidencias se registran en las vidas de estos dos estadistas. © Mar de fondo
Existe una completa lista de casualidades y coincidencias entre Abraham Lincoln (1809-1865) y J. F. Kennedy (1917-1963), créanme. Ambos fueron elegidos congresistas el mismo año pero con un siglo de diferencia, 1847-1947, y presidentes también en el mismo, 1860-1960. Los dos medían 1,83 metros y sus apellidos tienen siete letras. Sus secretarios, con los nombres invertidos, Kennedy y Lincoln respectivamente, les aconsejaron no ir a los lugares en los que les asesinaron. Los magnicidios ocurrieron en viernes, con un tiro en la cabeza similar y en presencia de sus mujeres. A Lincoln mientras veía una obra de teatro y a Kennedy cuando visitaba la ciudad de Dallas.
John Wilkes Booth disparó en el Teatro Ford y Lee Harvey Oswald, el supuesto asesino de Kennedy (enumeren aquí las teorías conspiratorias que deseen), le disparó al presidente en una limusina Ford modelo Lincoln, y se escondió en un teatro, bueno, más bien un cine, pero había espectadores observando. A fin de cuentas son dos espectáculos muy parecidos. Seguro que sabrán que el cine se mostró al principio en cafés, teatros y barracas de feria como una simple atracción.
Ambos magnicidas nacieron en el Sur (Maryland–Luisiana), el Viejo Sur de Estados Unidos, y con cien años justos de diferencia (increíble, pero cierto), 1839-1939, y fueron asesinados a su vez días después del magnicidio sin reconocer su autoría. A Booth en una granja donde se tuvo que esconder un tiempo para que le curaran un tobillo roto y a Oswald cuando salía de las dependencias judiciales de Dallas. La lista de coincidencias apareció por primera vez en la prensa estadounidense en 1964, a raíz del asesinato de J. F. Kennedy el 22 de noviembre de 1963, habiendo aparecido anteriormente en el G.O.P. Congressional Committee Newsletter.
La pareja presidencial se pasea por las calles de Dallas en una limusina modelo Lincoln el 22 de noviembre de 1963. © wikipedia
Algunas de las afirmaciones son ciertas, como el año en que Lincoln y Kennedy fueron presidentes electos, pero esto no es tan inusual ya que las elecciones presidenciales se celebran cada cuatro años y ambos comenzaron sus carreras con cien años de diferencia. Sin embargo, esta leyenda urbana en toda regla, presenta otras afirmaciones que tuercen la verdad o son simplemente falsas. Por ejemplo, no hay constancia de que Lincoln tuviera un secretario de apellido Kennedy. Los secretarios de Lincoln fueron John Hay y John G. Nicolay. La lista también ha inspirado una parodia, con humor negro incluido. Me refiero a un ejemplo más reciente, en un artículo publicado en la prensa que afirmaba, así, sin más filtro: «Antes de ser asesinado, Lincoln estuvo en Monroe, Maryland, mientras que Kennedy estuvo en Marilyn Monroe«.