Un bello ejemplar de herrerillo común (cyanistes caeruleus) se posa sobre una rama. © Dev Fusioner

Cuando hablamos de sellos, hablamos, casi siempre, de filatelia temática. Y uno de los temas más recurrentes son las aves. ¿No lo creen así? De toda clase, tamaño, condición, marinas o terrestres, escasas o abundantes… las aves (pájaros en un ámbito más coloquial) fascinan a muchos que ni remotamente se han acercado al sello de correos en su vida. ¿Se animarán un día de estos a iniciar una colección temática plagadas de aves del mundo? Les propongo unos hitos, por si les pica la curiosidad.

Por ejemplo, comencemos por Francia. En una hoja bloque reproduce cuatro especies repartidas tanto en la metrópoli como en los territorios de ultramar, a saber, el oruguero de Reunión (coracina newtoni), el zorzal antillano de Guadalupe (turdus iherminieri), el turpial de Martinica (icterius bonana) y el alca común (alca torda), de las costas del noroeste del país galo.

Hoja bloque de Francia con los cuatro valores descritos. © Nordfrim

Viajemos a Polonia, de todas formas, con la filatelia, los viajes a otros países nos salen gratis, de verdad. En comparación con Francia, este país eslavo muestra cuatro sellos con reproducciones fotográficas. Los cuatro valores representan a la cigüeña blanca (ciconia ciconia), a la negra (ciconia nigra), la garceta común (ardea alba) y la garza real (ardea cinerea), y la hoja bloque, con sellos en parejas, ofrece unas viñeta, donde se destacan sus ecosistemas más habituales.

Hoja emitida por los servicios postales polacos. © Nordfrim

Terminemos el itinerario aviar en las antípodas. Australia es el reino de las aves endémicas, especies aisladas de la evolución por reproducirse durante siglos en una isla continente. En una serie con aspiraciones y semejanzas a una de carácter básica, podemos conocer las aves más recurrentes de los estados australianos. Destaquemos algunas. El cisne negro (ciynus atratus), de Australia Meridional; el cucaburras (dacelo novaeguineae) de Nueva Gales del Sur; la grulla brolga (grus rubicunda), del territorio de Queensland, o el curioso y casi extinto mielero de casco (lichenostomus melanops cassidix), propio de Victoria.

Varias de las aves más emblemáticas de la vida salvaje en Australia. © Nordfrim

Si en su corazón llevan algo de los genes de Audubon (absténganse de usar una escopeta, por favor) estarán de acuerdo con las palabras de David Attenborough: «Las aves son el grupo más popular del reino animal. Los alimentamos y domesticamos y creemos que los conocemos. Y, sin embargo, habitan un mundo realmente bastante misterioso». Pues. ya saben, con los sellos de correos pueden conocerlas un poco más, os lo aseguro.

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