¿Quién no ha soñado con tomar un martini con Grace Kelly en una terraza en Niza? © Laura Loveday

Todo no van a ser catástrofes marítimas, desastres en alta mar o hundimientos por simples errores humanos. La avalancha mediática-titánica nos hace incluso naufragar (!) en estos días. También hay viajes que llegan a buen puerto, que surcan los mares con tranquilidad y que transportan personajes famosos en cubierta. Porque, a fin de cuentas, ¿quién no ha soñado en alguna ocasión con tomar un martini con Grace Kelly poco antes de desembarcar en Niza?

El SS Constitution era un buque de la American Export Line, que hizo durante muchos años el trayecto entre las ciudades de Nueva York y Nápoles, con escala en Gibraltar. Fue botado en 1951 y cinco años después una jovencita Grace Kelly se embarcó con destino a Mónaco para contraer matrimonio con Rainiero III, ese señor con tipo de cantante de ópera y barriga voluminosa. Fue una de tantas bodas del siglo, de esas que gastan el papel couché en las manos de los vecinos del diminuto país, y fuente de información inagotable para la prensa rosa.

El buque siguió dando bandazos a un lado y otro del charco. A partir de los años ochenta cambió de mar, se fue al Pacífico. Se rodaron dos películas y varias series de televisión a bordo, hasta que fue retirado del servicio. Desde 1997 yace hundido cerca de las islas Hawái, como base artificial de un arrecife de coral. Pero para los coleccionistas de sellos y mitómanos hay postales que mantienen el recuerdo vivo del buque. Suelen aparecer en subastas y, si están escritas en su reverso, mucho mejor.

La mirada penetrante y nórdica de Grace Kelly. © Pierre Tourigny

¿Qué fue de Grace Kelly? Pues crió a unos hijos estupendos, asistió con puntualidad al Baile de la Rosa y protagonizó la mayor tragedia que se recuerda en el principado. El 13 de septiembre de 1982 sufrió un accidente cuando conducía su coche por una carretera cercana a Mónaco, la misma que aparece en la película Atrapa a un ladrón, donde hacía con Cary Grant hasta un picnic. Grace llegó sana y salva en barco, menos mal.

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