Fotografía tomada por Edward S. Curtis en 1905 y titulada irónicamente Un oasis en las tierras baldías de los sioux© Edward Curtis

No sé qué tiene el invierno que me recuerda a las tierras baldías del oeste de los Estados Unidos o, mejor dicho, a las tierras del Oeste, sin más, pues allí no había blancos, bueno, algunos tramperos, que en las películas siempre tenían acento francés (!). El resto del decorado era una infinita llanura plagada de manadas de bisontes, y, un poco más al norte, los apretados bosques y los poblados indios, de, junto a un arroyo.

Pues, como les decía, las ventiscas, las nevadas y el frío es sinónimo de indios de las praderas y, la verdad, es que no sé el motivo. Seguro que es por leer en Navidades un libro sobre pieles rojas, Imágenes de los nativos americanos. Cuando el ingenuo Edward S. Curtis (1868-1952) vio a un indio en el estado de Washington, le pasó como a mí, se quedó fascinado y eso que no se había criado con las pelis de John Ford ni tuvo en casa unos playmóbil a mano.

Portada de la obra de la monumental obra de Edward S. Curtis. © Amazon

Curtis se dio cuenta de que ese mundo tenía los días contados en el vértice del siglo XIX con el XX. Cogió sus bártulos y se llevó unos años persiguiendo a indios en sus deprimentes reservas. Hizo miles de fotografías y se quedó sin un duro (dólar, en este caso), aunque tuvo el apoyo del presidente Theodore Roosevelt. Más o menos se metió en el mismo fregado que George Cutlin, pero sin pinceles en la mano: recuperar un mundo que ya se había perdido para siempre.

Algunos de sus modelos, en especial los guerreros, nacieron libres, pero en su vejez deambulaban por los rincones pobres que el gran jefe blanco les impuso en los tratados de paz, que se firmaron con posterioridad a la Guerra de Secesión. Así que, por unas horas, se pusieron las plumas, se pintaron la cara y montaron a caballo, tal vez por última vez. Echen un vistazo a sus instantáneas y verán cómo tienen un aire finisecular, del fin de un mundo, ya nostálgico, más próximo a la literatura que a los renglones de la Historia.

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